Es un secador automático, por sensor de proximidad (infrarrojo), lo que activa el flujo de aire cuando se acercan las manos. Se apaga automáticamente poco después de retirar las manos, para ahorro energético y mayor seguridad. Está diseñado para espacios de frecuencia de paso media o baja, no tanto para lugares de muchísimo tránsito continuo. Su tamaño compacto lo hace adecuado para baños con espacio limitado.
Diseño compacto, no ocupa mucho espacio.
Precio relativamente económico dentro de los modelos automáticos con prestaciones razonables.
Buen balance entre potencia y consumo: aunque tiene resistencia eléctrica potente, por su uso con sensor automático y apagado tras uso, ayuda a no tener un consumo continuado.
Seguridad: incluye limitadores térmicos, buen aislamiento, materiales resistentes.
Tiempo de secado: no tan rápido como modelos de alta velocidad (tipo “jet” o “hands‑through”). No encontré un dato exacto fiable en todas las fuentes, pero por potencia y tipo parece que tarda más de los modelos impetuosos.
Ruido: aunque 60 dB no es excesivo, en espacios pequeños o cerrados puede hacerse audible si hay varios funcionando.
La resistencia eléctrica y el motor implican mantenimiento eventual, y también el sistema de sensor puede requerir ajuste o limpieza.
No incluye características extras premium como filtros HEPA, ionizadores u otras tecnologías avanzadas de purificación del aire o antibacterianas que tienen algunos modelos más caros.
